Los árboles de Laurisilva siguen su lento pero firme crecimiento en la parte alta de la finca. Fallas y Brezos, Tiles y Barbuzanos, Palo Blanco y escobones, son algunos de los ejemplares que la fundación Foresta en colaboración con el Cabildo plantaron en 2010. La Laurisilva es un homenaje a la Selva de Doramas, el bosque húmedo que hace años cubría toda esta parte de la isla. Como ya mencionamos en otra de nuestras postales pelibueyas, en nuestra finca se refugia uno de los reductos más importantes de laurisilva que quedan en Gran Canaria. Aunque difícilmente accesible, desde el camino que pasa por delante de la casa nos podemos asomar al barranco y perder la vista en su fondo oscuro.
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