Miren cómo florece el plumbago en un rincón del huerto, delante de la casa. Se trata del plumbago azul, que se parece mucho al jazmín. Dice la wikipedia que su nombre proviene del plomo, plumbum en latín, tanto por el color, como por que antiguamente se pensaba que era una buena cura para el envenenamiento por este metal. Sin embargo a mi me viene a la mente el lumbago, que no tiene nada que ver con la botánica, pero que puede convertirse en un buen motivo para disfrutar unos días de la tranquilidad de Fontanales Pelibuey. El lumbago es un dolor en la parte baja de la espalda (zona lumbar) y parece que se cura con reposo. Así pues proponemos cambiar lumbago por plumbago y nos quedamos tan anchos...
En este espacio queremos proyectar otra imagen de la Casa Rural Fontanales Pelibuey. Cada rincón tiene una historia y cada historia quiere también tener un espacio. En Fontanales Pelibuey encontraremos muchos lugares e historias que merece la pena conocer. Por eso las contamos... para ayudar a mirar y conocer lo que de otra forma podría pasar desapercibido. ¡Que lo disfruten!...
domingo, 24 de noviembre de 2013
domingo, 10 de noviembre de 2013
ARBOLÉ, ARBOLÉ
Arbolé, arbolé
seco y verdé.
La niña del bello rostro
está cogiendo aceituna.
El viento, galán de torres,
la prende por la cintura.
Pasaron cuatro jinetes
sobre jacas andaluzas
con trajes de azul y verde,
con largas capas oscuras.
«Vente a Córdoba, muchacha».
La niña no los escucha.
Pasaron tres torerillos
delgaditos de cintura,
con trajes color naranja
y espadas de plata antigua.
«Vente a Sevilla, muchacha».
La niña no los escucha.
Cuando la tarde se puso
morada, con luz difusa,
pasó un joven que llevaba
rosas y mirtos de luna.
«Vente a Granada, muchacha».
Y la niña no lo escucha.
La niña del bello rostro
sigue cogiendo aceituna,
con el brazo gris del viento
ceñido por la cintura.
Arbolé arbolé
seco y verdé.
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